viernes, 13 de diciembre de 2013

17 Seminario de Endo Sensei en Granada. MAÑANA

17º seminario de Endo Sensei en Granada.
Ya de vuelta en casa de este magnífico seminario.

Suena a tópico decir que ha sido un gran seminario... como de costumbre, pero lo cierto es que cada vez son mejores, y más especiales.

El Maestro está más abierto, sincero y receptivo que nunca. Le gusta ir a un seminario y verse rodeado de los suyos, sin duda. De la gente que más allá de entenderlo o seguirlo, le intenta acompañar en su camino. Y digo bien: "lo intenta acompañar" porque su paso es siempre firme y lejos de aminorar con la edad, cada vez va más rápido y nos cuesta más seguirlo.

Quizás por su mente cada vez está más clara, "no mente", "mente inamovible".

La conferencia que hubo en la Universidad de Granada antes del Seminario fue un acto de inicio de lujo. El Maestro explicando a desconocedores y maestros del Aikido la complejidad de la mente en el desarrollo de nuestro arte marcial. Una explicación acompañada de una serie de demostraciones prácticas en las que tuve la suerte de participar junto con mi compañera Nieves Mansilla y mi maestro Luis Mochón. Los tres tomando ukemi al Sensei en un estrado de suelo de madera. Con la suavidad del coge una nube, y se precipita al vacío en cada movimiento. Una experiencia única hospiciada por Pepe Jesús García Sensei que fue el organizador de dicha conferencia.
En la conferencia queda una idea, la idea del ahora... "ima, ima,ima".  la idea de que aceptar el ahora, y mañana ya llegará.
MAÑANA, esa es la palabra mágica del día y de todo el seminario.

El seminario ha contado con grandes compañeros y practicantes de Alemania, Austria, Francia, Japón, Rusia, Finlandia y por supuesto de todos los rincones de España.

Cuatro días de estudio muy intenso con la presencia de grandes aikidokas. Momentos de esfuerzo por comprender, por hacer, por sentir más y mas, para rozar con los dedos la inspiración que rodea al maestro constantemente.

Ansío constantemente el contacto del Maestro para intentar comprender mejor lo que intenta transmitir, por eso me alegro de que siempre quiera practicar con todo el mundo cada una de las técnicas y ejercicios que propone, y para mi es un regalo que me utilice para algunas explicaciones. También es un regalo que saque de uke constantemente a mi maestro Luis Mochón, aunque no es de extrañar, es su Deshi.

El Maestro no se guarda nada. a veces asiente con agrado y quizás con una media sonrisa por lo que ve, otras veces regaña sincera y firmemente a quien no le hace caso o no quiere comprender... cada uno sabe lo que hace bien, lo que hace mal, y solo el EGO no le permite entender lo que el Maestro transmite.

No me reservo nada ningún día, ninguna práctica, porque él no lo hace.
MAÑANA

Hay una cena/fiesta en la que reimos, y reimos y reimos, y dsfrutamos. Y le pedimos que cante el "Takeda Bushi". es una tradición que nos recarga las pilas cada año.

Cuando acaba el seminario, el Maestro dice unas palabras... algunos nos emocionamos con ellas. Me permito despedirme personalmente de él recordándole que nos veremos muy pronto en Barcelona. "sin duda allí estaré con vosotros, Rafaeru..."

Y con esas palabras acaba para mi el seminario... y empieza mi examen de 4º Dan. Pero esa es otra historia.



Algunos de los miembros de la familia Musubi en el seminario de Granada 2.013

lunes, 9 de diciembre de 2013

Coleccción de fotos. Otra forma de ver el Dojo.

Conocí a Paloma Brinkmann hace ya algunos años en el Dojo de mi Maestro Luis al terminar una clase de Aikido. Una mujer rubia con cierto acento alemán, vestida con ropas que me recordaban un poco a los documentales sobre el Tíbet, con una clara educación cultural, un rosario budista en una mano y una teléfono móvil, utilizado a modo de cámara en la otra.
Habla muy rápido, como si su mente fuese tan deprisa que ni ella misma es capaz de alcanzarla con el lenguaje.

Luis me dijo "tiene una visión de la fotografía realmente increíble", y desde el primer momento me di cuenta que su visión del aikido y del mundo oriental en general a través de la fotografía se alejaba de convencionalismos, hecho que me confirmó en una invitación a su casa donde pudimos ver parte de su trabajo aparte de disfrutar de su hospitalidad.

Mi reseña hacia su trabajo viene porque realmente sus fotografías dicen mucho de lo que es difícil explicar en un Dojo. Lo mejor es verlas y disfrutarlas.

http://www.palomabrinkmann.com/projects/ukiyo-e/

Ukiyo-e, estampas del Dojo .

" Ukiyo-e,estampas del Dojo " es una serie fotográfica que se inspira en la estampa japonesa del período Edo y en las experiencias de la fotógrafa con el Aikido.
 
Todas las imágenes se han realizado con un teléfono móvil para (a través de la trasgresión de lo que los fotógrafos profesionales denominan parámetros objetivos de calidad fotográfica ) componer una visión atemporal de un Dojo.
 
La documentación sobre las técnicas de estampación de la cultura chonin  y sobre la fotografía japonesa antigua en el archivo de la Universidad de Nagasaki fueron un elemento importante para este proyecto fotográfico,así como los años de entrenamiento con el sensei Luis Mochón, 4º Dan de Aikido.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Dar clases. ¿cuando hay q dar el paso?

A todos (o casi todos) los que practicamos Aikido desde hace tiempo se nos ha pasado por la cabeza o se nos ha ofrecido alguna vez impartir clases.
 
Por supuesto, casi siempre las primeras clases vienen por casualidad... cuando nuestro maestro tiene una imposibilidad de dar la clase habitual y nos pide que le sustituyamos en la cabecera de una clase. Es normal que en estas ocasiones nos limitemos a continuar con la clase establecida por nuestro sensei e incluso que copiemos (con mayor o menor fortuna) lo que él hace y el tema no llegue más lejos.
 
Pero no es este caso del que me gustaria hablar, sino de los casos en los que se nos presenta la oportunidad de crear o ponernos a la cabeza de un grupo de aikidokas.
Y es aqui donde se planea una pregunta interesante y muchas dudas: ¿Tengo lo que hay que tener para dar clase? ¿Soy capaz de transmitir lo que he aprendido y lo que he desarrollado personalmente? ¿Estara mi práctica y mis enseñanzas a la altura de las circunstancias?
 
Pienso que lo primero que hay que hacer es ser sinceros con nosotros mismos y aceptar nuestras limitaciones sin miedo, entender que si bien la fase de la enseñanza es un nuevo proceso al que hay que enfrentarse " tirando de biblioteca", en según q niveles y circunstancias hay q desarrollar la creatividad, entendida como el desarrollo del estudio de los conocimientos adquiridos y la profundizacion en los diferentes aspectos que componen nuestro arte.
 
Soy de la opinion que es básico no anclarse en la posicion del enseñante, pues petrifica o incluso decrece nuestro nivel. Para evitarlo hay que proseguir o más aún incrementar la fase de la práctica tanto con los alumnos como con otros compañeros fuera del dojo aprovechando los seminarios como pumto de encuentro con filosofias y fisonomias diferentes. Endo Sensei explica en su libro que la mayor motivación que encuentra a la hora de impartir seminarios alrededor del mundo es la posibilidad de practicar con miles de personas diferentes, pues cada una de ellas le aporta una vision diferente de un mismo aspecto y tacto diferente en cada movimiento y gesto. Sin duda es una reflexión inspiradora.
Mi maestro Luis Mochon, y el que lo fue antes que él Rafael Tejero, siempre han insistido en la imperiosa necesidad de asistir a seminarios (y aprobecharlos) cada vez que nos sea posible para continuar con el aprendizaje y nos estancarnos en el "onanismo" que significa la practica o la enseñanza en el dojo, por muy alto nivel que exista en este. Evidentemente este aspecto es aún más importante si cabe cuando se trata de enseñantes.
 
En otro lado tenemos la capacidad de transmisión de los conocimientos que tenemos.
Muchas son las ocasiones en las que practicantes de una gran calidad, carecen de una capacidad para obtener resultados a la hora de enseñar.
Las razones pueden ser muy diversas: Por supuesto la inexperiencia es una de ellas, pero con trabajo y tiempo se puede resolver. Otra puede ser la insistencia en "copiar" las clases de nuestros maestros sin dotarlas de contenido, es decir, solo en el aspecto formal, lo que nos lleva a la consecucion de movimientos más o menos correctos pero sin sentido pedagógico alguno más allá de una gimnasia programada. En este caso hay que considerar como necesario el "asentamiento" de los conceptos de la práctica. El estudio intenso y prolongado. Chequear constantemente nuestra práctica para proseguir con la evolución y poder seguir nutriéndonos a nosotros mismos y a nuestros alumnos.

Por supuesto hay caracteres más atractivos que otros, lo que podriamos llamar "tener madera de maestro ". Es una realidad... no todos servimos para ser enseñantes o como mínimo, no todos poseemos esta capacidad de forma innata. Aunque sin duda, con mucho trabajo, todo se consigue.
Parte imprescindible: tener una pasión desmedida por el Aikido y transmitirla a los alumnos.
 
Aunque ligado con la idea anterior, un aspecto que me resulta imprescindible es ser capaz de crear un ambiente de Dojo. Practicamos un arte marcial japonés, y como tal, su caldo de cultivo ideal es un dojo. Pero esta idea ha de trascender la forma física del espacio de práctica. Es la transmisión de una idea, de un sentimiento que hace una transformacion del tatami donde nos encontramos independientemente de su situación física.
Este sentimiento se germina desde el maestro y se alimenta de los alumnos.
 
Se podrían añadir muchas cosas, y profundizar mucho más en lo dicho. Pero sin duda es parte del camino descubrirlo por uno mismo.
 
Yo he tenido la gran suerte de encontrar maestros en mi vida de aikidoka y personal que me han enseñado, y me han inspirado el maestro que me gustaría ser para mis alumnos.
 
Endo Sensei. Matti Joensuu. Dirk Muller. Ariga Kaname. Stephan Goffin. Bruno Zanotti.
 
Y sobre todo Luis Mochón.

 

miércoles, 21 de agosto de 2013

El camino de un maestro. Rafael Tejero.

¿Que se ha de tener para ser un gran maestro? ¿Que esperamos de un gran maestro? ¿Que cualidades buscamos en un maestro?

Aunque parezca extraño hoy no toca hablar de Aikido. Hoy toca hablar de la vida.

Cuando tenia 16 años conoci al que seria mi maestro y el de muchos de mis compañeros en mis inicios en el aikido durante siete años. Siete años en el tatami, porque sus enseñanzas vitales lo fueron y seran parte de nuestra vida.

Rafa tenia eso que tienen pocos. Eso que te atrae y que te hace desear ser como él cuando seas mayor. Un artista marcial excepcional, entendedor y conocedor de las vidas de todos y cada uno de sus alumnos, un pozo de consejos que casi nunca daba porque con su actitud y actos ya te mostraba el camino a seguir.
No educaba, sino que actuaba de forma que todos sabiamos cual era el camino correcto. Desde la sonrisa siempre presente en su rostro, desde la humildad, y el convencimiento de que un mundo mejor siempre era posible, con la certeza de que las artes marciales en general y el aikido en particular podia ser la formula perfecta para ser mejores personas.

Podria contar miles de anecdotas compartidas con el en compañia de otros amigos dentro y fuera del tatami. Los viajes. Las experiencias. Los siempre buenos ratos. La despedida cuando le dije que me iba del dojo. La alegria en sus ojos cada vez q nos veiamos.

Es curioso pero me es imposible recordar algun mal momento, algun desaire o discusion.

Hoy en su funeral nos hemos reunido cientos. Y a pesar de las lagrimas imposibles de contener, todo eran sonrisas al recordarle con nosotros.

Ha sido un guerrero hasta el ultimo suspiro. Siempre igual. Dandonos una leccion más de la vida y de la muerte.

He comenzado este pequeño escrito con tre preguntas. Las respuestas las en contrmos en Rafael Tejero.

Descansa en paz maestro. Ya nos encontraremos algun dia.

martes, 16 de julio de 2013

REFLEXIONES. LA NO-FUERZA.

Hace ya muchos años lei una conocida entrevista a Endo Sensei en la que él mismo explicaba como durante bastante tiempo, siendo ya cuarto dan,  tenia que pedirle a los ukes que por favor tomaran ukemi porque en el trabajo sin fuerza que estaba estudiando e  intentando realizar le resultaba imposible proyectar.

Hace poco tiempo en el 4º Kimusubikai un compañero aikidoka le preguntó al respecto.

Sensei explico que fueron tiempos muy duros porque practicaba en Hombu Dojo y durante años no obtenia la recompensa del nage, de la proyeccion. Algunos compañeros no le entendian. Aunque perseveró y con el tiempo (mucho tiempo) comenzo a obtener resultados tal y como Yamaguchi Sensei le havía prometido. Aún hoy prosigue en esa busqueda 40 años despues. Dia a dia, uke a uke, tecnica a tecnica. Y si no lo consigue, desecha el movimiento y busca la via de hacerlo sin fuerza. Por supuesto esto lo combina con la sinceridad de uke a la hora del ataque y del agarre. Sin atajos ni trucos ni "llaves".

¿Cuantas veces hemos leido y escuchado "sin fuerza, suavemente" para 30 segundos despues sufrir como intentan hacer zumo con nuestro brazo, o nos dan un empujon que nos desplaza 2 metros, o nos pegan un tiron que casi nos saca el hombro...? ¿Nos parece bien? ¿Es coherente el discurso con el hecho? ¿Buscamos ese encuentro con la no-fuerza?

Yo llevo practicando casi 20 años, y aunque me decian que practicara sin fuerza, durante la mayoria del tiempo de la practica no prescindia de ella. De hecho la camuflaba entre ángulos imposibles y excusas enfocadas a la no complacencia del uke en la accion.

No hace demasiado tiempo (tras las indicaciones de mis maestros) tome la determinacion de eliminar de mi practica los tirones, los empujones, la tension en los brazos, los hombros y las piernas. Y tome esta determinacion porque los maestros a los que admiro y sigo, especialmente Endo Sensei y sus deshis no la necesitan, y sin embargo su pracica es efectiva, poderosa y muy muy potente.

Pero todo esto es mas facil de decir que de hacer.

Alguna gente que no me conoce me miran con extrañeza cuando a veces dejo de hacer una tecnica porque NO PUEDO HACERLA SIN FUERZA. Aún no lo consigo con muchas de ellas, especialmente con la practica más estatica.
Esto es muy duro. Mucho. Porque no lograr conseguir hacer una inmobilizacion o una proyeccion tras tantos años de practica, especialmente cuando tienes a un principiante delante, es un golpe terrible a mi ego. Roza la vergüenza. Hay momentos en los que me rindo a mi satisfaccion y vuelvo a usar la fuerza despiadada (menos mal que no tengo demasiada...).

Muchas veces salgo de clase totalmente asqueado, deprimido, porque no he sido capaz de transmitir a la persona que tengo delante lo que yo mismo siento cuando mi maestro me hace la tecnica.
La desesperacion inunda mi corazon, y la frustracion llega a mi mente.

Poque no nos engañemos, es un subidon cuando alguien te "ataca" una y otra vez y repeles su ataque sin mas problema, realizas la tecnica propuesta (o al menos tu imagen mental de lo que crees hay que hacer). ¡Cuan poderoso te sientes!
Y para conseguir ese alimento del ego eres capaz de casi todo.
Pero no olvidemos las frases de OSensei, la frustracion y la ira son nuestros mayores enemigos. Esta expresion que parece sacada del decalogo de Jedi es la relidad más verdadera de la practica y de la vida.

Es entonces cuando recuerdo las palabras de Endo Sensei y su experiencia, y me reconfortan de sobremanera.
Me animan a seguir con el estudio del proceso o DO, no del falso objetivo de la practica.

Hacer por hacer, llegar a toda costa, conseguir la satisfaccion de la superioridad sobre uke.
Este es nuestro enemigo. Este es el enemigo de Endo Way. Es el enemigo del Aikido.

Por supuesto hay quien entiende la fuerza fisica como parte de su entrenamiento, por lo que no sufren esta frustración. La NO FUERZA no esta en sus prioridades. Aunque la predican constantemente.
Pero habria que revisar que es Aikido para cada uno. Que entendemos como tal. Cuales son nuestros modelos. Que enseñanzas nos han dejado y hacia donde han evolucionado. Que clase de budo prqcticamos. Y los que tienen el privilegio y responsabilidad de enseñar, hacia dondeestan dirigiendo a sus alumnos.

No pretendo convencer a nadie. Tan solo reflexiono sobre lo que he encontrado, o lo que busco porque se que no soy el único, y estoy convencido de que mas allá de formas y tecnicas (concepto este que nos llevaria a otra reflexión tanblarga como esta), la no-fuerza es un objetivo que tenemos claro que hemos de practicar y estudiar y es mas, que queremos hacerlo.

Yo animo a realizar este estudio, esta via. A buscar dentro del budo la sencillez del vacio, el contacto, el desequibrio, el movimiento. A ser coherentes con nuestra practica, y así con el tiempo eliminar de nuestra practica la frustración y la ira.

jueves, 4 de julio de 2013

Escrito de Endo Sensei en referencia a las exibiciones

El 9º Congreso de la Federación Internacional de Aikido (IAF) se celebró en el Centro Olímpico de Yoyogi, Tokyo, del 7 ak 12 de septiembre. Este evento incluía seminarios y exhibiciones. Los seminarios fueron muy interesantes e intervinieron gran número de participantes, alrededor de unos 600. Las exhibiciones fueron realizadas por los miembros más representativos de los diferentes paises de la IAF. A pesar de que conocía un poco a la mayoría de los representantes que estaban realizando las exhibiciones, así como su historia de práctica y espíritu, observé las exhibiciones desde el principio hasta el final. Mientras las observaba fui afortunado de llevarme la impresión de que la mayoría de las exhibiciones eran buenas, pero hubieron dos o tres que destacaron. Desde entonces, en cualquier sitio donde observo exhibiciones trato de fijarme en cualquier detalle: cómo entran en el lugar de práctica, la forma en que caminan, se sientan y saludan. El resultado de esta observación fue darme cuenta de que existe una relación relevante entre el comportamiento y la exhibición. Aquellos que ofrecieron una buena exhibición, desde el momento en que entraban en el dojo y se ponían frente al compañero después del saludo, exhibieron la actitud de estar en una situción seria. Estaban integrados de unas sensaciones completas, sus cuerpos estaban relajados y su actividad corporal global bien establecida. Practicamos budo en el formato de ataque y defensa con el compañero. Consecuentemente, tratamos de llegar a ser compatibles con la absorción del compañero, evitando malos hábitos y resistencia o fuerza. En práctica de kenjutsu, en la que se usan armas, hay una principal advertencia de que cualquier contacto puede cortar. Sin la correcta postura o distancia, las armas no pueden ser usadas efecivamente. Además, si usamos las armas de una forma pobre creamos una situación de peligro para el practicante; la práctica debe ser seria y atenta. También hay una demanda de seriedad y atención en la práctica de mano vacía, la distancia es más cercana y hay un contacto directo con el compañero, que podría derivar a un sentimiento de rigidez de forma institiva. Cuando uno trata de ganar al adversario, ello se convierte necesariamente en una potencial producción de daño, que puede causar sufrimiento, incrementar la tensión y desarrollar malos hábitos. Consecuentemente, la seriedad y la atención se pierden y el movimiento se vuelve indolente y temerario. Para evitar estas cuestiones es necesario preocuparse de que las técnicas sean efectivas, así simplemente hay que repetir las formas, tanto tori como uke, de una forma correcta. Es crucial la simultaneidad y el cuidado para observar el uso del cuerpo y la mente de cada uno, y la relación entre ambos, entre los dos, durante la técnica. Uno debe ser consciente de usar el tiempo necesario para absorber dentro del cuerpo y desde las técnicas, tanto en los movimientos pequeños de los brazos y las piernas, como en los movimientos largos y simples, y siempre en un camino de no uso de la fuerza. Con base en todo lo anterior, debemos considerar las exhibiciones como un lugar de seriedad, en el que se muestra el cultivo de la práctica diaria, de la extrapolación técnica al estadio mental/sentimental, y así podremos esperar un buen resultado durante esos eventos. Es especialmente en esas ocasiones donde uno debe ser consciente del compañero y su relación con la técnia, y percibir un sentimiento de humildad y mente vacía. Noviembre 2004

Por Endo Sensei

lunes, 24 de junio de 2013

Dirk Muller 6º Dan Aikikai. El encuentro con un MAESTRO

Este pasado fin de semana tuve la suerte de compartir con compañeros de Granada, Murcia, Alicante, Cádiz y Barcelona un magnifico seminario en Güejar Sierra (Granada) dirigido por Dirk Muller Sensei.

Conocí a Dirk hace ya muchos años en los seminarios de Endo Sensei, de los cuales era y es asiduo. Siempre ha sido alguien muy respetado en nuestro entorno, por su practica y por su trayectoria dentro del Aikido.

He de reconocer que en mis primeros años de practica era un hombre que me daba miedo... Si miedo. No por lo que emanaba tanto de su practica como de su persona, sino que era un miedo escenico por ese enorme  respeto que traslada su presencia.

Lo conocí mejor en el segundo Kimusubikai en Klagenfurt cuando la mala fortuna hizo que en la ultima clase me fracturara dos dedos del pie en un encuentro accidental con un compañero durante un iriminage.
De repente aparecio Dirk, con esa tranquilidad que despide para calmarme, me dice "don´t worry", saca una madeja de enormes agujas y comienza una corta pero efectiva sesión de acumputura, que unida a un vendaje sinple y efectivo me salvo el dia. ¡Menudo descubrimiento!

Desde entonces, muchas han sido las ocasiones que me han llevado a encontrarme con Dirk, y cada vez que he practicado con el he tenido esa extraña sensación que se tiene cuando se practica con un maestro y te mueves entre el respeto y el estudio. Poniendo un poco a prueba todos sus conocimientos, pero a la vez siendo lo suficientemente respetuoso como para no ofenderle.

Este seminario me ha mostrado un maestro solido, con los conceptos más complicados tan claros que puede transmitirlos desde la simpleza y la claridad. Una gran cercanía. No hay barreras. Todo se muestra, todo se enseña, nada se queda en la caja de los secretos. Un estudio de momento del encuentro del trabajo a través del conocimiento del espacio propio, de nuestra extensión del KI, de un estudio de la intención del compañero, y de la canalización natural de la misma con la naturalidad con la que se respira.

No solo en la practica, sino en el trato personal , con una visión muy particular de la vida, y del aikido como parte de la vida, Dirk no deja indiferente.

Compartir con el una buena copa mientras se charla de seminarios pasados, de maestros perdidos, de las preocupaciones, responsabilidades y satisfacciones que otorga el grado y la posición de Deshi de Endo Sensei.

Sin duda ha sido un lujo que pienso repetir en cuanto pueda.

Recomendado al 100%.

No quiero olvidarme de agradecer a Luis Mochon y a Guillermo Balderas el darnos la oportunidad de disfrutar de este curso




jueves, 13 de junio de 2013

LIBRO DE ENDO SENSEI

Hola a todos.

En el último encuentro que tuimos con Endo Sensei le extrapolamos la dificultad que se tenia por obtener su libro Vibration and Connection: The Aikido That I Pursue, así como el coste del libro por los envios.

Para darle solución, Ariga Sensei ha conseguido que se nos envie por un precio especial bajo un pedido minimo de unidades.

Tengo la responsabilidad de realizar el pedido y posterior entrega en España, por lo que os pido que me envieis un correo electronico a rhm.arq@gmail.com con el asunto LIBRO ENDO SENSEI, cantidades y responsable del dojo que lo pide.

El precio en principio será unos 23-24

€ por unididad.
El libro está en japones y en inglés.
el pedido se realizará a finales de julio. los libros se entregarán en seminarios o con envio postal (con el pago correspondiente).

Gracias a todos. Por favor haced publica entre nuestros compañeros esta noticia.


lunes, 13 de mayo de 2013

La exhibicion La demostracion de Aikido


¿Que es? ¿Que pienso que debe ser?

Lo primero que tendríamos que plantearnos es el concepto en sí de este acto.

¿Exhibimos nuestro arte?, ¿conseguimos demostrar algo? ¡Que difícil pregunta y que respuestas más incómodas!

No. Si. Tal vez.

Exhibirnos. Quizás mostrar un esbozo visual de lo que hacemos, una imagen pretendida de una práctica basada en sentir (Aiki) es muy complicado. De hecho pienso que es prácticamente imposible.

Sin embargo tal y como lo definió un maestro una vez durante una amena charla, “es un mal necesario”.

Una de las cosas en las que el fundador insistió fue en la difusión universal del Aikido. Sin duda para conseguir este cometido las exhibiciones son una gran herramienta pues da al público la posibilidad de acercarse a la práctica.
Y es precisamente esta la cuestión, por muchas razones, que me causa contradicción.

El aikido por su naturaleza carece de competición o combate reglado, lo que hace que sea difícil su visión para un neófito. Además es una realidad tangible que para el que no practica artes marciales en general o Aikido en particular, que la comprensión de la mayoría de los movimientos que realizamos son una incógnita o carecen de sentido.
Esto provoca que numerosos maestros, buscando una aceptación por parte de quienes no conocen el Aikido modifiquen su entender o sentir con el objetivo de conseguir la atención del publico.

En una gran cantidad de ocasiones tengo la sensación de que las exhibiciones no responden a la forma de practicar Aikido de las personas que las realizan, sino a una intención de “agradar”, “sorprender” o hacer una filmación espectacular.

Los que llevamos muchos años años haciendo Aikido hemos crecido con las Exhibiciones de Cristian Tissier Sensei. Sin duda sus exhibiciones mostraban de forma clara una forma de entender el Aikido. En su momento fueron novedosas por su configuración, atractivas por mostrar un aikido potente, sin complejos, y continúan siendo esperadas con gran expectación. Eran y siguen siendo emitidas en un canal de televisión europeo (Euroesport), y se mostraban en todo el mundo.

De repente empecé a ver “malas fotocopias” de estas exhibiciones, no por su formato, sino por su contenido, de aikidokas que no solo no tenían nada que ver con Circle Tissier, sino que su forma de practicar aikido no tenía nada que ver con la que mostraban.

¿Sacrificar una forma de práctica para agradar a un público?
¿Por qué? ¿Inseguridad? ¿Falta de confianza?

Hace un tiempo, el mismo maestro del que hablaba antes me dijo otra cosa: “tu haz tu Aikido, se fiel a tu práctica, se fiel a tu camino, puede que a la mayoría no le guste lo que vea, pero a los pocos (o muchos) a los que les atraiga, cuando vayan a tu dojo encontrarán lo que han visto, y no la realidad de una visión cinematográfica preparada para pescar alumnos".

Por supuesto no pretendo dar lecciones de autenticidad a nadie, sobre todo porque cada uno hace un su casa lo que considera más adecuado. Pero si me gustaría que estas palabras llamasen a la reflexión de los que realizan exhibiciones.

Hacemos Aikido, en toda su riqueza de formas y maneras de entenderlo. Mostremos lo que hacemos si tenemos que realizar una exhibición.

lunes, 6 de mayo de 2013

KIMUSUBIKAI


KIMUSUBIKAI

Que es el Kimusubikai. Es tan simple como un encuentro de aikidokas de todo el mundo alrededor de Endo Sensei y un estilo de aikido (y por lo tanto de vida), al cual se acude por estricta invitación del mismo.

  Este es el tercero al que tendré la excepcional fortuna de asistir. La primera vez que recibí una invitación para asistir. Realmente me sentí abrumado por la noticia. Sesenta participantes de todo el mundo, alumnos de Endo Sensei, conocedores y seguidores de una forma de entender el Aikido, en un espacio de practica y de convivencia durante cuatro días.

Una invitación de Endo Sensei.  ¿Realmente se había acordado de mí? Era cierto que en los años anteriores mi compromiso por su aikido y sus enseñanzas se habían hecho más evidentes y patentes con una visita prolongada en Japón y siguiéndole en diferentes seminarios por Europa aparte de mi estancia obligada en el seminario de Granada de todos los años, y por supuesto se que mi relación con otros maestros (alumnos de Endo Sensei también presentes en el Kimusubikai) no le pasaba desapercibida. De hecho una de las cosas que he aprendido es que al Maestro no le pasa nada desapercibido, se entera de muchas cosas, se acuerda de todo lo que haces y no haces, es consciente de sacrificios y esfuerzos, y todo ello lo sopesa en el trato maestro-alumno.

 Pero a pesar de todo eso, la invitación que me enviaron me cogió por sorpresa y confirmó de alguna manera en mi buen hacer de los últimos tiempos. Por supuesto hubo voces en el oído del Maestro que aceleraron mi participación (Pepe Jesús Garcia, Matti Joensuu, y mayormente mi maestro y amigo Luis Mochón).

El maestro que me había enamorado del Aikido me solicitaba a su lado para compartir practica con sextos, quintos, cuartos, terceros danes de aikido, la mayoría de ellos con un alto nivel de práctica.

Era para ponerse nervioso… ¿o no?

Por supuesto la respuesta inmediata fue SI. Por supuesto que iré.

Y en esa respuesta se basó toda la experiencia. Un si rotundo a todo. Un proceso de aceptación de todo lo que me rodeaba. En aquel idílico lugar en mitad de las montañas de Austria. Rodeado de grandes practicantes de los cuales se aprende solo con acercarte y escucharles un poco. Un espacio donde Endo Sensei se sentía cómodo por la presencia de algunos de sus alumnos de todo el mundo, lo que también hacia que se abriese hacia nosotros con conversaciones, anécdotas, historias y reflexiones que te hacían descubrirle como hasta entonces no lo había conocido (de hecho desde aquel primer curso ese tipo de experiencias con él se han repetido a veces a lo largo de los años y cada vez son más intensas y enriquecedoras).

No estaba acostumbrado a ese tipo de trato con un auténtico Maestro no solo de aikido, sino de la vida misma. Al principio me sentí desbordado, pero bajo el paraguas de otros alumnos de Endo Sensei, conforme pasaron los días cada vez me sentí más cómodo y pude disfrutar más el momento.

Por supuesto que la presencia de Pepe Jesús Garcia Aragón constante a mi lado y yo al suyo fue clave para entender muchas cosas (no solo por la traducción directa de japonés de Endo Sensei) aprender a estar en mi sitio, encontrar en timing perfecto para preguntar, para responder y para callar, y en general acercarse aún más a lo que buscaba.

 
¿Y la practica? Era fantástica. En aquel entonces mi ración de aikido de la línea de Yamaguchi Sensei y en especial de Endo Sensei se limitaba a la que obtenía de los seminarios (numerosos por necesidad) dado que la practica de la que disponía en aquellos tiempos estaba más enfocada hacia otros maestros.

Me vi rodeado de gente que no solo compartían mi búsqueda en el aikido, sino que podía aprender de casi todos mucho. Entendí el concepto de estudio de la técnica, necesitaba más horas, necesitaba más tiempo, cada palabra, cada gesto era almacenado por mi mente porque era imposible de analizar. Sin duda alguna no era un seminario más. Se había acabado el colegio y el instituto, estaba en la Universidad y había que espabilar o te quedabas atrás (una sensación parecida a la que tuve en la Practica de la Universidad de … en Tokio).

Y entonces se acabó. De repente se acabó. Cogimos un avión de vuelta a Barcelona y por el camino no paraba de pensar en lo que había pasado. ¿Que era diferente?

Conocía a Endo sensei desde 1.996, había ido a sus seminarios por Europa, había estado en Saku dojo en el seminario de Primavera, había estado en sus clases en Hombu Dojo y en la Universidad en Tokio. ¿Que era diferente?

Yo era diferente. Esa ilusión, ese SI me habían cambiado.

Este año participaré en mi tercer Kimusubikai, y mi única aspiración es reencontrarme y renovar votos con ese SI.

lunes, 29 de abril de 2013

Otro Blog más de Aikido... ¿para qué? Para expresar una necesidad de compartir con el mundo lo mucho que me ha dado este arte marcial, lo mucho que me esta dando hoy dia, lo que me hace compartir, estudiar, investigar, ilusionarme, arriesgarme, y por qué no...escribir sobre el.

Me gustaria comenzar con una intención más que una reflexión. Tratar aqui sobre la espiritualidad y corporeidad de las artes marciales como budo; por supuesto con una fijación pseudoenfermiza por el aikido dado que es el que practico desde hace 20 años y sin duda ni discusión aquel que me ha conmocionado de forma constante desde que lo experimente por primera vez.

Porque la grandeza del Aikido es que hay que EXPERIMENTARLO, no verlo, ni oirlo, ni leerlo, ni entrenarlo... sino sentirlo en su plenitud cada dia que se pisa un tatami, cada dia que se va al trabajo, cada dia que nos enfrentamos con la vida.

Eso es Aikido. Un budo que nos enseña a navegar a través de la vida de una forma muy particular, siguiendo los codices de los caballeros medievales japoneses, con el espiritu del zen, y la raza del toro bravo, con animo de servir y proteger, de unificar y convencer al mundo que todo puede ser mejor a través del aiki.

Esta primera entrada no es casual, este es el mes de la conmemoración de la muerte de O`Sensei, y tras dedicar unos momentos de meditación a su persona y su personalidad me he visto en la obligación de hacer un pequeño esfuerzo para devolver algo de lo que me ha dado.